Compone unas historias que no se sabe muy bien si son el fruto de la observación de un paciente o de sus propias experiencias, ya que amedida que sus videos avanzan toman forma de dramas humanos, de historias de ficción con trasfondo real y en las que nos obliga a participar, bien porque sintamos que estamos viendo algo similar a nuestras experiencias personales, bien porque nos hace partícipes al tener que reconstruir mentalmente algunos elementos de la historia, y eso porque el modo de narrar que tiene Ahtila tiene un componente fragmentario en el que necesitamos poner orden.
Unos personajes que transitan en ese terreno resbaladizo del “yo” y del “otro”, de identidad frágil, en momentos de derrumbe psicológico y que transitan entre el presente y el pasado eludiendo la fórmula tradicional del flashbacks, lo que proporciona una gran complejidad narrativa al trabajo de Ahtila.
Complejidad que se acentúa por el uso de metáforas alusivas a la situación emocional y psicológica de los personajes, de tal modo que “en cada historia la emoción y el paisaje se hacen uno para llegar sin intermediarios a nuestro interior”, tal y como se afirma en la web de RTVE en la que se anuncia que el programa Metrópolis iba a emitir una entrevista con esta artista (no está este programa disponible para ver...aún).